Equipo de expertos presenta el Consenso Chileno sobre el Uso de Agonistas de Receptor de GLP1 al Ministerio de Salud
A principios de enero de este año, representantes de diversas sociedades científicas iniciaron un trabajo conjunto de revisión científica basada en evidencia y formulación de recomendaciones finales para la elaboración del documento “Consenso Chileno de Sociedades Científicas sobre el uso de Agonistas GLP-1”.
El propósito central de este consenso es generar directrices claras y basadas en la evidencia más reciente respecto al uso de agonistas de receptor GLP1 en el tratamiento de personas con enfermedades que convergen en la práctica de cardiología, diabetología y nefrología, desde un enfoque multidisciplinario.
La Fundación Pro Salud Renal asumió la tarea de facilitar por segunda vez la elaboración de un documento que sea de ayuda para los equipos de salud.
Fue así como durante todo el primer semestre de este año, especialistas de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica, Obesidad y Metabolismo (ACHINUMET), la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes, la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, la Sociedad Chilena de Diabetología, la Sociedad Chilena de Obesidad y la Sociedad Chilena de Nefrología trabajaron en el documento. Esta labor fue dirigida por el Presidente de la Fundación Pro Salud Renal, Dr. Eduardo Lorca.
Al respecto, el Dr. Lorca destacó “para nosotros como Fundación dedicada a proyectos que tengan que ver con intervenciones con impacto sanitario en nuestros pacientes, nos parece que este consenso es un gran aporte al manejo de enfermos cardio-reno-metabólicos chilenos. El trabajo de las sociedades científicas ha sido arduo y generoso, con bases científicas sólidas y recomendaciones/sugerencias que esperamos permitan a nuestras autoridades de salud, ir incorporando a la brevedad terapias que mejoren los resultados finales de nuestros pacientes”.
Las distintas fases del trabajo fueron guiadas metodológicamente por el Dr. Sebastián Cabrera, especialista en epidemiología y salud pública, e implicaron la evaluación de evidencia disponible -se incluyeron ensayos clínicos aleatorizados, metaanálisis y revisiones sistemáticas-, y la generación de recomendaciones fundamentadas, donde los especialistas realizaron presentaciones, discusiones grupales, sesiones de síntesis y retroalimentación, avanzando en la preparación de un documento sólido y multidisciplinario.
El Dr. Sebastián Cabrera, sostuvo que “la unión de varias sociedades médicas, revisando en conjunto la mejor evidencia disponible y aplicando la metodología GRADE, nos permitió entregar recomendaciones sólidas y adaptadas a la realidad chilena. Este consenso demuestra cómo el trabajo en equipo y la ciencia pueden traducirse en mejores decisiones para la salud de las personas.”
La calidad de la evidencia fue analizada con la metodología GRADE, que permite clasificar la calidad de la evidencia y la fuerza de las recomendaciones en función de múltiples dimensiones: diseño del estudio, consistencia, precisión, aplicabilidad y balance entre beneficios y riesgos. Esto permite distinguir claramente entre la certeza de la evidencia y la fuerza de la recomendación, lo que facilita su aplicación clínica. El uso de GRADE fue oficialmente adoptado por el Ministerio de Salud de Chile (MINSAL) para el desarrollo de sus propias guías clínicas, lo que refuerza su pertinencia y validez en el contexto nacional.
Los especialistas evaluaron siete preguntas clínicas estructuradas tipo PICO para debatir la indicación de GLP1. El proceso consideró además de la evidencia sistematizada, la experiencia clínica de los participantes y la viabilidad de implementación en el sistema de salud chileno. De acuerdo con la metodología empleada, cada recomendación fue evaluada considerando múltiples dimensiones: la calidad de la evidencia, el balance entre beneficios y riesgos, los valores y preferencias de los pacientes, el uso de recursos, la equidad, la aceptabilidad y la factibilidad.
El documento final fue enviado a la Ministra de Salud, Dra. Ximena Aguilera, para su difusión y aplicación a nivel nacional y representa un acuerdo multidisciplinario de diversas sociedades científicas para la entrega de recomendaciones adaptadas a la práctica nacional y con fundamento técnico.